Cómo elegir a la niñera ideal

Cuando ambos padres trabajan, y no es posible recurrir a un familiar o a los servicios de una guardería infantil, la alternativa es contar con una persona que se encargue del cuidado del niño en casa. La elección de la niñera, o nana, o canguro, depediendo de cómo la llamen en nuestra localidad, es una decisión muy importante que debe ser tomada cuidadosamente, pues la persona elegida tomará cuidado de nuestro hijo y formará parte importante de su desarrollo.

Para seleccionar a la niñera, es conveniente hacerlo antes que la mamá debe regresar al trabajo, por ejemplo; ya que permitirá que ésta pueda supervisar inicialmente el desempeño y la relación que van desarrollando niñera y niño. Los padres deben entrevistar personalmente a las candidatas y tomarse su tiempo en evaluar diversos aspectos de su personalidad, así como indagar sus experiencias previas.

Algunos aspectos a tomar en cuenta en la entrevista son:

• Referencias personales y profesionales, para poder tener la tranquilidad de que es una persona sin problemas de conducta, sin vicios o con antecedentes policiales de cualquier índole, así como experiencia previa en el cuidado de niños. Verifique estas referencias con previos empleadores.
• Plantee situaciones hipotéticas y evalúe la respuesta que obtiene de la posible niñera. Esto le ayudará a saber cómo reaccionará frente a una verdadera emergencia.
• Observe la “química” que hay entre la niñera y el niño. Hay ocasiones en que simplemente no existe esa “conexión entre ambos y lo mejor es evitar problemas futuros.
• Verifique que tenga conocimientos de primeros auxilios, especialmente cuando los niños son muy pequeños.
• Pregunte acerca de su motivación para desempeñar el trabajo. Averigue si lo hace porque le gustan los niños o porque necesita dinero rápido.
• Tome en cuenta la edad de la niñera. Si bien es cierto que hay personas de menos de 20 años que son bastante maduras y preparadas, por lo general debemos buscar personas que tengan una vasta experiencia, no sólo en el trabajo, sino en la vida en general.

Una vez seleccionada la persona, debemos buscar que el proceso de transición sea lo mas tranquilo y fluido posible. De preferencia hacerlo de manera gradual, con la madre presente en los primeros días, para que pueda observar el desempeño de la niñera y poder corregir algunas cosas que considere que deben ser corregidas. Si todo va bien, la madre puede comenzar a ausentarse por unas pocas horas al comienzo, para al cabo de un par de semanas, poder completar el proceso. En esta etapa es conveniente elaborar una plantilla con información general (teléfonos de contacto, centros de atención en caso de emergencias, alergias del niño, etc.) que será valiosa llegado el momento.

Una vez que la niñera se quede a solas con el niño, podemos supervisarla mediante el teléfono, pero de manera sutil, sin llegar a abrumarla, pues eso puede resultar contraproducente. Del mismo modo, familiares o amigos pueden visitar nuestra casa eventualmente, para cerciorarse de que todo marcha bien. Existen sistemas de monitoreo mediante camaras de video que podemos utilizar, especialmente si tenemos alguna duda o preocupación de que algo malo pueda estar pasando. Nunca está de más tomar alguna precaución adicional cuando se trata de la seguridad y bienestar de nuestro niño.

Foto: Vendetutti

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