Sol, calor intenso… si llega a ser irritante para ti, imagina lo molesto que puede ser para un bebé de piel delicada y de carácter cambiante. Esta estación demanda cuidados especiales que no dejan de ser sencillos, pero que aliviarán a tu niño o niña de sufrimiento innecesario. Toma nota.
1. Bloqueador solar
Tú lo necesitas, tu bebé lo exige. No expongas su fina piel a los rayos del sol sin haberla protegido previamente con un producto creado para ellos, y aplica el bloqueador solamente a partir de los 6 meses de edad. Tu niño necesita pasear al aire libre para obtener vitamina D, pero procura llevarlo generalmente por la sombra.
2. Ropa de fibras naturales
¿Alguna vez has visto a un bebé enfundado en un traje de licra? A menos que se trate de un bañador o un disfraz, no deberías vestir a tu nene con esta fibra. Prefiere en cambio ropita de algodón y de colores claros.
3. Vigila sus noches
En algunas regiones durante el verano insectos como zancudos y mosquitos en grandes cantidades ingresan a las viviendas por las noches. El resultado: tu niño -y también tú- podría terminar cubierto de picaduras. Asegura las ventanas y rodea la cuna con tul.
4. Ofrécele agua
Los bebés que se alimentan de leche materna suelen pedir menos agua que aquellos que no. Ofrécele agua a tu hijo o hija, pero si no te la recibe, es porque no la necesita.
5. Evita la dermatitis originada por el roce del pañal
Los pañales desechables tienen partes de plástico que están en contacto con la piel de tu bebé. Asea a tu hijo y, siempre que puedas, tenlo sin pañal hasta que consideres que ya necesita ponérselo.
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