Darle masajes a un bebé, es una de las formas de transmitirle afecto a través del tacto. Genera varios beneficios como relajar al pequeño, ayudarlo a conciliar el sueño y darle bienestar físico y emocional. Luego de bañarlo o al terminar de cambiarle el pañal recuéstalo sobre una toalla en un ambiente cálido y sigue estos consejos:
1. Toma un poco de aceite neutro o para bebé y frótalo en tus manos, luego empieza a masajear las piernas de tu bebé (por ser una parte menos sensible) frotando, apretando y flexionando muy suavemente.
2. Con tus manos, gira sus piececitos en círculos. Dale caricias y aprieta desde sus talones hasta cada dedo de sus pies. Tómalos entre tus dedos uno a uno y estíralos un poco. Usa tus pulgares para frotar la planta de cada pie.
3. Anda a la parte superior del cuerpo de tu bebé coge su brazo y frota hacia abajo desde su axila hasta su muñeca. Luego toma su manito y gira en círculos su muñeca. Sigue con el siguiente brazo.
4. Usando tus pulgares traza círculos en las palmas de sus manos y luego estira suavemente dedito por dedito.
5. Junta tus manos haciendo el gesto de rezar sobre su corazón. Después abre tus manos y muévelas hacia los lados apretando muy suavemente con tus palmas planas sobre su pecho. Repítelo varias veces.
6. Apoya tu mano estirada sobre su pechito. Acarícialo suavemente hacia abajo hasta llegar a sus muslos. Repite este movimiento varias veces, alternando ambas manos.
7. Echa a tu bebé boca abajo. Traza círculos diminutos con las puntas de tus dedos, a cada lado de su espina dorsal, desde el cuello hasta las nalgas.
8. Para terminar dale caricias largas y firmes desde sus hombros hasta sus pies. Cuando termines, ponle el pañal y abrázalo o dale el pecho. Probablemente tu bebé se quedará dormidito.
Etiquetas : destacado, masajes, relajar a un bebé
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